divendres, 28 de març del 2008

Súper8 Gig.

Volvemos a la road amigos, a otra descarga en directo. Este próximo sábado en una fiesta destroyer en la sala Súper8 de l’Espluga de Francolí (Tarragona).

Os esperamos.... a todox!!!

dijous, 20 de març del 2008

TOUR BOOK: Olesa de Bonesvalls (15/03/08).

Capítulo 1; Kentucky poulet fried.

Ni la ingesta de la seta alucinógena más endiablada, ni cualquier substáncia psicotrópica altamente reactiva e incluso ni una comilona de endorfinas, puede superar la experiencia vivida en nuestro concierto del pasado weekend en Olesa de Bonesvalls.

Una vez almacenadas las imágenes que nuestra retina intentó captar, nos es imposible determinar si realmente aquello sucedió de verdad o quizás nos adentramos en un agujero atemporal, una dimensión paralela o tangente, o esa poco conocida planilandia que proponia Carl Sagan.., un agujero que nos tenia reservada la pesadilla más divertida de nuestra carrera.

Sea como sea y gracias al ciberespacio, nos metimos a ser el plato principal (con permiso de Mr.Pollo) de la tercera edición de la Cena Medieval que se celebraba en tan agraciada localidad. Y bien, ¿qué pintamos una banda de rock en una cena medieval?, pues lo mismo que pintó el hilo musical que amenizó la cena..., un poupurri de balses y pasodobles que encajaban mejor en un banquete de boda que en una supuesta cena del medievo; señores, bienvenidos a los días de carretera!!!.

Y lo cierto es que la idea de comer un pollo por cabeza y con los dedos, nos puso..., si, nos motivó, y de paso pues comprobaríamos sobre el escenario el nuevo engranaje de la banda con Edu a la segunda guitarra. Edu, lo confesamos; todo fue un montaje y una farsa!!!, la prueba del novato.., je, je, je...

Engañados por el cartógrafo TomTom Makute, perdidos en medio de carreteras dónde esperas que te salga la niña de la curva y comprobada la óptima ubicación de un local de alterne, por fin llegamos a Olesa dónde nos encontramos con Edu y sus colegas, a quienes les damos enormemente las gracias por su “incondicional apoyo” a lo largo de la noche; hay que repetirlo nens!!!.

A partir de ahora lo típico, montar equipo, sonorizar, buscar un lugar dónde te sirvan unas cervecitas, y buscar nuestro espacio encima del escenario. El local-auditorio estaba muy bien, con buena acústica, moderno y acogedor. Of course el local estaba ambientado con adornos en forma de banderas, escudos y antorchas para dar ese toque medieval, y visto alguno de los atrezzos e individuos que se pasearon por el local, nuestras miradas se iban cruzando con el pensamiento único de: -dónde cojones nos hemos metido!!!-.

Rápida prueba de sonido, a modo de check-in, con nuestro guitarra Sergi haciendo a la vez de técnico de sonido, y venga que te las pelas que el Rei y sus paisanos tienen que entrar a cenar. Ahí ya empezamos todos a flipar en colores y en espacio de trabajo sRGB.

Pequeño teatrillo para dar entrada al Rei y la corte y dar así comienzo a la cena, a la cual su majestad nos brindó compartir y sentarnos a su mesa (hombre, esto lo teníamos ya estipulado en el contrato; si no hay pollo, no hay rock).

Capítulo 2; Veni, vidi, vici.


A pesar de nuestras caras de incredulidad frente a lo que estábamos viviendo (no nos entendáis mal..., nuestro headquater está en Montblanc, y aquí tenemos los huevos pelaos de montar farras medievales..., y sí, estamos vacilando!!, ¿any problem?), la verdad es que pasamos una cena muy entretenida, con constante movimiento de diafragma ya que nos partímos de risa durante innumerables ocasiones.

Una frugal cena a base de ensalada, embutido, pan, huevos de perdiz (capaces de introducirse en los agujeros más exóticos) y como no, POLLO; el POLLO. Cena con performance incluída, desde un teológico monólogo promulgado por un supuesto monje más ateo que Satán y que nos animó a pecar de lujuria, pasando por juegos malabares con chamusque de camisa incluído, a unas bonitas danzas del vientre a cargo de dos chicas muy competentes; buen movimiento de caderas nenas!!!.

Pero lo bueno estaba por venir. Hay que quemar energías para bajar la cena y qué mejor manera que con unos juegos medievales.., atiza, ahí me han dao....

Competiciones sólo dispuestas para los caballeros más aguerridos del reino, pruebas dónde el valor, la fuerza, el honor y la sangre fria debían de prevaceler bajo cualquier concepto. En fin, estirar la cuerda, el juego del pañuelo, arrancar cebollines, la carretilla y carrera de sacos...., menudos juegos medievales, ei!!!..., pero nos lo pasamos teta.

A esas alturas de la cena y después de probar el brebaje que nos ofreció el bufón de la corte (con un sabor más cercano al clamoxil que a otra cosa), la graduación alcohólica empezó a surgir efecto moderado en nuestras carnes en forma del valor necesario para afrontar dichas competiciones medievales. Como auténticos trobadores conocedores que todas las artes, apartamos las bandurrias Gibson y nos dispusimos a competir bajo el estandarte del equipo amarillo al grito de “vaig fort!!!!”. Sorry my friends, pero por gol average ganamos de calle..., ganamos en carrera de sacos, nos metimos en la final del juego del pañuelo y arrancamos cebollines en un plis-plas...., we are the champions y el resto són memeces. Ante tanto juego y tanto disfraz, por un momento tubimos el temor de ver aparecer por sorpresa a Torrebruno entonando aquel “tigres, tigres, leones, leones, todos quieren ser los campeones!!!”..., oooh, my god...

Capítulo 3; mi generación es la del rock.

Terminado el jolgorio de los juegos y la terapia de grupo, era momento de que el espectáculo se trasladase encima del escenario, era el momento de que la música tuviera el protagonismo..., y, joder, y tanto que lo tuvo....

Después de la actuación de la banda local, a la cual desamos lo mejor y que sigan luchando en este difícil camino de la música, llegó el momento de que Jamzee78 saltáramos a las tablas para ofrecer una buena dosis de rock. Tarea arduamente complicada una vez realizado un barrido visual a la sala y apreciado el ánimo del respetable...., situación que por desgracia muchas bandas han encontrado a lo largo de su carrera...., ver ese público sentado, frío, estático, inamovible. ¿Seremos capaces de arrancar algo de entusiasmo?; -lo intentaremos-. Ese era nuestro pensamiento positivo para afrontar el set-list de la noche...., aunque, para ser sinceros..., no las teníamos todas.

Un primer contratiempo apareció antes de empezar la actuación, pues desde la organización nos propusieron tocar un tema y parar para poder realizar el sorteo de un jamón:

–Oiga buen hombre, haga primero el sorteo y luego actuamos..., que los dos primeros temas van enlazaos-.

-Pues tocais los 2 temas y parais. Hacemos el sorteo y continuais-.

-No hombre no!!!.., esto es como un coito interruptus!!!!.., no me haga eso!!!. Sortee el jamón de una vez..., y deje el rock para nosotros-.

Hicimos entrar en razón al jamonero imitador de tendedero de feria y una vez sorteado el jamón (que para más inri se lo llevó una de nuestras seguidoras..., todo quedó en casa!!!!!), apretamos los dientes y el culo, afinamos las guits, subimos los volúmenes y arrancamos la actuación.

No teníamos monitores en el escenario, y eso era un handicap a superar, pues personalmente no tenia una referencia muy clara de cómo salia mi voz por el PA, teniendo que pasarme buena parte de la actuación a 2cm del borde del escenario para ir pillando...., chungo, muy chungo. Pero como bien nos recuerda Sergi constantemente, “esto es rock’n’roll”...., si.., y una venganza a veces también.

La cosa iba bien y empezamos a sentirnos cómodos en el escenario. El acople de Edu en la banda daba esa nueva áurea de solidez a los temas.

Skunga!!!..., segundo contratiempo..., ups. Imaginaos la situación: acabamos el segundo tema, presento a la banda y nuestro próximo tema. Estoy a pocos centímetros del borde del escenario. Una senyora con edad de corazón maduro se me acerca y me dice textualmente:

-Deberiais bajar el volumen, esto es un local cerrado. Tocais muy fuerte. A mi ya me gusta el rock, yo soy de la generación del rock. Pero esto no se puede aguantar-.

Enmudecí de pronto. Los pensamientos se agalopaban a ritmo vertiginoso in my mind.., en mi interior perdia los papeles..., malévolas ideas daban vueltas como una centrifugadora delante de mis narices....; mantengamos la calma.

Increíble-ble. Como no, obviamos la susodicha interrupción y seguimos con el set-list..., volvemos a menternos en el concierto.

La cosa sonaba bien, disfrutábamos del momento a pesar de mantener al público encolado y enculado en sus sillas, con sus pensamientos muy lejos de tenerlos en un concierto de rock. En caliente da igual..., pero en frio eso jode que te cagas.

Estábamos en el segundo tercio del concierto y quedaban aún algunos temas en cartera, pero desde el corner recibimos el soplo de “una más y ya está”...., ostia, ostia, ostia...., esto no mola. No dábamos crédito a todo lo que nos estaba ocurriendo. Absoluta perplejidad en nuestras caras.

Colega, sube 3 puntos el Marshall que les vamos a trincar las orejas con dos balazos sonoros auténticos. Recta final con 2 temas del tirón...., y cómo sono la nueva “Días de Carretera”!!!!, brutal..., nos quedó canyera de verdad. Y ahora señores, apliquense la regla del cinco.

Epílogo; guardame un pollo pa’l próximo año.

Ciertamente fue uno de esos capítulos más frikis que una convención de trekkis, pero lo pasamos de miedo, nos reímos como nunca y por encima de todo la banda sono genial y disfrutamos del concierto, a pesar de la nula conexión con gran parte del público (finjan señores!!!!..., como si fuera el polvo del sabadete!!!!, carai!!!.., que uno tiene sentimientos!!!).

A pesar de todos los infortunios ocurridos a lo largo de la noche, nos llevamos un recuerdo alucinante tatuado en nuestro disco duro de memórias. Como apuntó Enric sentenciando la situación: -chicos, esto no lo volveremos a vivir nunca más; tomadlo-. Y así se hizo...

No querria cerrar esta pequeña crónica sin antes dirigir unas palabras nuestro bateria: -Óscar, eres un crack!!!!..., pero cuando tocan a retirada, uno, dos, tres y pa’l buga-.

-Marcel-