dijous, 17 d’abril del 2008

TOUR BOOK: Sta. Coloma de Queralt; 05/04/08.

Capítulo 1: Josephine

No hay nada mejor que salir a la carretera y devorar kilómetros con una buena banda sonora en el estéreo, y aún más si esta se compenetra felizmente con el paisaje o con esas imágenes evocadoras que tu mente genera a lo largo de ese espacio de tiempo. Imágenes que aparecen mientras tus pájaros de la azotea se alejan con pensamientos ajenos al momento y que se pierden sobrevolando los amplios horizontes de la lontananza.

Así transcurrió el viaje hasta Santa Coloma de Queralt (Sta. Colombia para los friends) dónde teníamos cita para nuestro siguiente concierto, y ni que fueran pocos kilómetros los disfrutamos escuchando a los Black Crowes en su “Warpaint” y a la banda de su nuevo guitarrista Luther Dickinson, los North Mississippi Allstars, música acertada que conseguía embellecer aún más esas tierras que forman parte de la Serra del Tallat, esta atalaya natural cuyo topónimo proviene del gen arábigo “tali’at” (un poco de cultura no hace daño). Otro ejemplo que confirma la regla que muchas veces tienes bellos paisajes cerquita de casa.

Llegamos con Sergi a Sta. Coloma y nos dirigimos derechos a la morada de nuestro guitarrista Edu, a la espera de la llegada del resto de la banda y la respectiva roadcrew de acompañamiento. Compartimos un buen rato antes de dirigirnos a la sala para el concierto, intercambiando opiniones sobre fotografía, los videojuegos y quedar embobados mientras visionábamos un DVD de los magníficos Porcupine Tree, y por primera vez realizar una degustación de cerveza auténticamente casera.

Si, si..., otro de esos golpes ocultos de Sergi, la creación, confección, destilado o como se llame, de ese arte de engendrar tan exquisito brebaje denominado “cerveza”, y apreciado el resultado pues decir que la estrena de la beer fue un éxito total. Buena cerveza, si señor, de la cual desconocemos su graduación, pero.., que, a buen seguro con un par de ellas encima ya puedes empezar a volar. Cerveza con solera directamente de la Bové&Domingo’s Brewery y a modo personal, independientemente de cómo la quieran apodar o etiquetar, yo la llamaré “Josephine”; me gustó Josephine.

Capítulo 2: The Fishbowl.

Las propiedades organolépticas y alcohólicas de Josephine perfumaban aún nuestro ser, con la impronta necesidad de bebernos otra dosis, pero la despensa estaba racionada y con una tuvimos que conformarnos, así que recogiendo los vasos que tenemos que salir hacía la sala dónde se daba cita nuestra actuación.

Llegamos a la sala en cuestión, L’Estrella, una sala/café/bar de los de toda la vida. Amplia, de techo alto y con un montón de historia en sus suelos y paredes.., y hablando de suelos y paredes, curiosidad total realizar un plano picado hacia el techo, pues está completamente forrado de cartones de huevo!!!; hmmmm, curioso, nunca había visto nada igual en un local público, ni tampoco en Kentucky.

Situado en mitad del mismo local, se encuentra una sala totalmente acristalada y aislada del resto, talmente como una pecera y que conforma la zona de fumadores. Ahí es dónde teníamos que ubicarnos.

Nos apropiamos de un pequeño rincón para instalar todo nuestro equipo y empezar a distribuir el stage con el backline y todos los gadgets habidos y por haber. Así que empezamos el montaje del equipo mientras la clientela se quedaba un poco pasmada indagando qué demonios hacían esos tipos en la sala de fumadores con una batería y 4 guitarras...., un clínic???, una master-class??, el nuevo anuncio de Malporro???; frío, frío.

Una vez montado todo el equipo y comprobado que parte de nuestro PA necesita un repaso, o quizá un relevo (está por decidir), nos planteamos seriamente la prueba de sonido. Pues claro, los clientes del bar se iban acomodando en las mesas disponibles para cenar y nosotros teníamos que realizar el sound-check, con todo el peligro que eso conlleva; llevarte un bocado de “cruji-coca” a la boca tan tranquilamente cuando de repente te asaltan un puñado de decibelios guitarreros, rooooooarrrrrr!!!!!!, con lo cual te puedes tragar entera la susodicha “cruji-coca” y clavarte el hacha que acompaña el platito este en medio del maxilar superior..., sssskunga!!. No mola....., por ahora.

Así que optamos por cenar nosotros también y dejar la prueba en un sencillo check-in que iríamos corrigiendo a medida que transcurriera la actuación. Alea jacta est.

Cena. Otro momento sublime de nuestras últimas salidas. Esta vez disfrutamos de un catering a base de tapas, excelentes tapas; sus patatitas bravas, sus pinchitos (con carne de Cal Mensa, sea dicho), txocos, pulpitos, nachos y cerveza fresquita. Y claro, con un ataque de colesterol de estas dimensiones uno no puede mantener la línea:

- El cantante es un punto visual focalizador para el público, es con quien más se fijan cuando ejerce el rol de frontman, y debería estar macizo...

- Pues lo siento, pero no será este el caso..., ejem, ¿aceptáis como vocalista a un pringao con sobrepeso moderado y con ataque alopécico genético-hereditario?.

- Vaaaaaaleeeee.....

- Ok..., gracias, y prometo no levantarme la camiseta en todo el concierto...

Por suerte, fortuna o sabia decisión, Sergi se llevó su portátil, así que durante la cena disparamos un buen hilo musical a nuestro gusto, y al del resto de clientes, pues nadie se quejó. A medida que se acercaba la hora de saltar a escena, subíamos el volumen y los temas rockeros se hacían más latentes; hay que caldear el ambiente.

Empezamos a observar que se corrían unos cortinajes negros en la sala, se encendían velas en las mesas, se atenuaba considerablemente la luminosidad..., ¿será esto una fiesta médium a gran escala?. No; será el ambiente para una buena dosis de rock’n’roll!!!.

Pero antes hay que preparar la situación para destripar con nuestra música al respetable, así que unos buenos vasos de criptonita ayudan a despejar mente y cuerpo!!!, je, je, je. Y qué criptonita señores, de lujo!!!!. No hay brebaje en toda la galaxia mejor que el que nos preparó el bueno de Kinder (salut nen!!!)..., eso si que es criptonita de la mejor. Ahora entiendo lo de Superman..., pues, no resulta normal que un chiflao vaya volando en gallumbos encima del pijama y con botas de agua, a no ser que lleve un cebo de criptonita del 15!!!!!; ¿súper-poderes?, ja!!!, una cogorcia de tras pares llevaba Clark Kent.

Capítulo 3: esta vez no.

O estamos en racha, o será cierto el dicho que la carretera curte y enseña. Apostamos por lo segundo, porqué sin que suene pretencioso nos pegamos otro concierto potente y cañero, con Jamzee78 sonando de mil demonios. Y sobretodo, disfrutamos muchísimo del concierto.

Un concierto que empezó frío, con el público aún sentado en sus sillas y amarrado a sus mesas, pero conforme íbamos desgranando los temas la cosa cambió y el ambiente subió de ritmo y temperatura. Unos primeros temas que nos sirvieron para ir equilibrando el sonido y probar la sonoridad global, aunque a parte de las voces, pocos ajustes necesitamos. Sonamos potentes y conjuntados, con Óscar y Enric dando esa buena base inalterable, y Sergi y Edu alternando las partes solistas a destajo...., rock, rock, rock tios!!!!..., the night of the guitars!!!.

Debo mencionar que el público se implicó desde el primer tema, correspondiendo con aplausos, pero la recta final de nuevo fue tremenda y calurosa, con el público finalmente en pié y disfrutando de nuestros temas; genial. Nos piden bis, y re-bis, y re-re-bis..., oooohhhh, qué guapo. Estos momentos no se cambian por nada.

Esta vez no. No. Esta vez nadie interrumpió nuestra actuación con la premisa deliberada de reclamar un bajón de volumen. No, esta vez no. Hemos roto ya el mal de ojo.., voodoo, voodoo!!!.

Epílogo: always look on the bright side of life.

Muy contentos quedamos del concierto, del público, del trato recibido, de la gente de Santa Coloma de Queralt, de la noche festiva que nos pegamos. Y es que, bueno, como os he comentado en unas líneas más arriba, teníamos un portátil enchufado en la soundboard, así que al finalizar nuestra actuación le dimos al play para con tranquilidad desmontar el equipo. Y sorpresivamente la gente se quedó a bailar la música que DJ Windows Media Player iba pinchando, qué guapo!!!!!..., y la gente bailó, y bailó, y bebió, y volvió a bailar, y volvió a beber...., hasta que se hizo el stop.

Gracias gente de Santa Coloma por esa noche, gracias Kinder por esa criptonita, gracias Edu por abrir las puertas de tu humilde morada, gracias Ramonet, Carme, Núria y Sara por acompañarnos en este arte del rock’n’roll de poca o nula remuneración, gracias Lo Jordi i Moi por apartar vuestros gadgets electrónicos y disfrutar de un buen plato de rock. Mil gracias.

Me quedo con una postal; toda la banda y roadcrew bailando el “Always look on the bright side of life” de los Monty Python.., sin lugar a dudas lo repetiremos.

Oooh mule, see you in Kentucky...

-Marcel-